El post de hoy está dedicado a una de las grandes recetas italianas, originaria de Milán: el ossobuco. Este es un plato ideal para sorprender a vuestros comensales. Eso sí, requiere de paciencia, ya que se cocina a fuego muy lento, pero a cambio es una receta fácil y muy sabrosa.
Literalmente, el ossobuco significa «hueso hueco» y se encuentra en el morcillo de ternera.
Ingredientes (4 personas)
4 piezas de ossobuco, 20 g de harina, 1 cebolla, 2 zanahorias, 2 pencas de apio, 3 tomates maduros, 2 ajos, media cucharada de orégano, 100 ml de vino blanco, 200 ml de caldo de ternera, ralladura de limón, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.
Preparación
Primero, salpimentamos el ossobuco, lo enharinamos y lo doramos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva. A continuación, añadimos la cebolla y los ajos picados, rectificamos de sal y agregamos las zanahorias y el apio cortados en rodajas. Incorporamos el orégano y rehogamos todo junto.
Una vez que las verduras estén listas, añadimos el vino blanco y dejamos reducir. Pelamos los tomates, los picamos y los incorporamos al guiso. Tras un par de minutos, vertemos el caldo de ternera, tapamos la cazuela y cocinamos a fuego lento durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos, hasta que la carne quede muy tierna. Si el guiso se seca, podemos añadir más caldo.
Casi al final de la cocción, añadimos la ralladura de medio limón para darle un toque fresco y aromático.
Servimos el ossobuco con las verduras y su deliciosa salsa, acompañado de arroz blanco.