Esta es una receta que mi abuela y mi madre siempre han preparado el día de Viernes Santo, aunque a mí me encanta y la disfruto durante todo el año. Se trata del delicioso potaje de garbanzos, un plato reconfortante y lleno de sabor.

Ingredientes
Para preparar este potaje para 6 personas necesitaremos: 500 gramos de garbanzos, 2 hojas de laurel, 150 gramos de espinacas, 6 ajos, 5 huevos duros, sal, aceite de oliva virgen extra y media cucharadita de pimentón de la Vera. Para el majado, utilizaremos 3 rebanadas de pan frito, 10 almendras, 3 ajos y perejil.
Preparación
La víspera, ponemos los garbanzos en remojo.
Para cocinar este potaje de manera rápida y sencilla, usaremos una olla rápida, aunque también se puede preparar de forma tradicional. Vertemos agua en la olla junto con las hojas de laurel, los ajos y las espinacas. Sazonamos y, cuando comience a hervir, añadimos los garbanzos escurridos. Cocemos durante 20 minutos y, una vez pasado este tiempo, abrimos la olla.
Mientras tanto, preparamos un majado con las rebanadas de pan frito, las almendras, los ajos y el perejil. Lo incorporamos al potaje para darle un extra de sabor.
En una sartén con un poco de aceite, rehogamos el pimentón de la Vera y lo añadimos a la olla.
Pelamos los huevos duros, los troceamos y los incorporamos al potaje. Dejamos cocer durante 15 minutos más para que se mezclen bien los sabores y rectificamos la sal si es necesario.
El resultado es un potaje de garbanzos y espinacas cremoso y lleno de tradición, perfecto para disfrutar en Semana Santa o cualquier época del año.