Con la llegada de la Semana Santa, el bacalao se convierte en protagonista de muchas mesas. Este ajoarriero manchego es uno de mis platos favoritos: sencillo, sabroso y perfecto para disfrutar con un buen pan tostado.

En casa nunca falta, y suelo prepararlo en cantidad para tenerlo listo varios días —aguanta perfectamente en la nevera y está igual de rico al día siguiente—. Si te gusta el bacalao tanto como a mí, esta receta te encantará.
Ingredientes
- ½ kg de bacalao desmigado y desalado
- ½ kg de patatas peladas y cortadas en cachelos
- 2 yemas de huevo cocido
- 4 cucharadas de pan rallado
- 4 dientes de ajo
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
Para adornar: perejil picado, 1 huevo cocido picado y nueces peladas.
Preparación
Cuece las patatas en una cazuela con agua y, cuando falten unos 5 minutos para que estén tiernas, añade el bacalao desmigado.
Escurre el conjunto y pásalo a un bol grande. Chafa con un tenedor, incorporando un poco del caldo de cocción para que quede jugoso.
En un mortero, machaca los ajos picados junto con las yemas de huevo cocido y añade la mezcla al bol.
Agrega el pan rallado y, si es necesario, un poco más de caldo. Deja reposar unos minutos.
Incorpora el aceite de oliva poco a poco, sin dejar de mezclar, hasta obtener una textura cremosa y homogénea.
Sirve el ajoarriero en cazuelas de barro pequeñas y decora con perejil picado, huevo cocido y nueces. ¡Listo para disfrutar!
