Este es uno de los dulces típicos navideños aquí, en la Comunidad Valenciana. Son muy entretenidos de hacer ya que el proceso consta de 3 fases: primero se debe realizar la confitura de boniato, luego la masa de los pasteles y por último, se hornean. Eso sí, merece la pena hacerlos ya que están buenísimos y duran mucho tiempo si los conservamos en un recipiente cerrado y si no somos muy golosos.
Esta receta la aprendí, como otras muchas, de Charo Bosch, estupenda cocinera y profe.
Pasaremos sin más dilaciones a prepararlos.
Ingredientes
Para la confitura de boniato necesitaremos 1 kilo de boniatos, 1 kilo de azúcar, 1 rama de canela y la corteza de 1 limón.
Para la masa de los pasteles de boniato utilizaremos 3 medidas de mistela, 5 medidas de aceite de girasol, la harina que admita, 1 huevo, azúcar y canela en polvo.
Preparación
Lo primero de todo será preparar la confitura de boniato. Normalmente, se prepara días antes y se guarda en el frigorífico. Para ello, tendremos que lavar los boniatos para eliminar los restos de tierra y los pondremos a cocer. Pincharemos con un tenedor para saber que ya están cocidos. Los dejaremos enfriar y los pelaremos. Los chafaremos con la ayuda de un tenedor y los pesaremos, ya que ahora su peso será menor. En una cazuela, los pondremos a cocer con la misma cantidad de boniato que de azúcar, la rama de canela y la corteza de limón. No dejaremos de mover en ningún momento. Cuando estén cociendo 25 minutos a fuego medio, apartaremos del fuego.
Una vez se enfríe la confitura, la reservaremos en la nevera, en un recipiente cerrado, hasta que vayamos a hacer los pasteles.
Para preparar la masa de los pasteles de boniato, mezclaremos la mistela junto con el aceite e iremos añadiendo harina, amasando y añadiendo la harina que nos admita. La masa estará formada cuando cojamos un poco y podamos formar bolitas y trabajarla. Entonces, haremos bolitas e iremos aplanando, pondremos una cucharada de confitura en el medio y cerraremos el pastel, como si se tratara de una empanadilla. Y seguiremos así hasta que acabemos la masa.
Si nos sobrara confitura podemos congelarla y reservarla para hacer más pasteles otro día.
Una vez formados los pasteles, los pintaremos con huevo batido y espolvorearemos con azúcar y canela, previamente mezcladas. Los introduciremos en el horno hasta que estén dorados, y una vez se enfríen estarán de rechupete.